Las fuertes lluvias caídas en los días previos a los
reconocimientos han embarrado las pistas, con algunas de las tripulaciones
luchando en algunas secciones. El adelanto de la prueba en el calendario ha
devuelto al Safari a su fecha clásica de marzo, que coincide mejor con la
temporada de lluvias en Kenia.
Para hacer frente a las posibles inundaciones de las
carreteras, muchos de los coches llevan snorkels, que permiten respirar al
motor y reducen el riesgo de la entrada agua.
El director del equipo Toyota, Jari-Matti Latvala, admitió
que la prueba podría ser diferente -y más dura- que en años anteriores. Como
era de esperar, dada la tasa de éxito del 100% de su equipo en la prueba
moderna, está encantado de volver a Naivasha.
"El Safari Rallye es una prueba que siempre esperamos
con impaciencia", afirmó.
"Este año, el cambio de fecha podría suponer un reto
diferente: ahora es la temporada de lluvias en Kenia, por lo que hay más riesgo
de que las condiciones sean difíciles. Cuando llueve, los tramos se vuelven muy
resbaladizos y puede ser todo un reto para los pilotos".
"La paciencia es siempre muy importante, y
especialmente si la meteorología se complica. Ser el más listo puede ser la
clave, más que ser el más rápido. Todos nuestros pilotos han demostrado lo que
se necesita para hacerlo bien allí y realmente nos gustaría ver otra victoria
de Toyota. Es difícil hacer cambios significativos en el coche para esta única
prueba, pero estamos introduciendo una actualización general de la suspensión.
También es estupendo que podamos instalar snorkels en los coches, que no sólo tendrán
un aspecto muy atractivo, sino que también ayudarán si hay más agua en la
carretera".