M-Sport cuenta este año con un equipo joven, con Adrien Fourmaux y Grégoire Munster pilotando coches de fábrica durante toda la pasada temporada. Con ambos pilotos todavía buscando más experiencia en la parte más dura del WRC, Millener admitió que terminar siempre fue la prioridad en la prueba de Gap.
Dijo el inglés: "Llegamos aquí con el claro objetivo de llevar los dos coches a la meta, adquirir experiencia con los pilotos y demostrar que podemos ser competitivos este año. Creo firmemente que hemos conseguido todo esto".
Fourmaux demostró una gran regularidad y fue quinto en la general en los 17 tramos, salvo en uno. El francés se clasificó tres veces entre los cuatro primeros y se mostró cómodo con su ritmo durante todo el rallye, en el que dos años antes sufrió un espectacular accidente.