Didier Auriol: Montecarlo 1993
Didier Auriol consiguió 11 victorias para Lancia entre 1989 y 1992, pero no
fue suficiente para evitar su marcha a Toyota, que acababa de ganar el título
de pilotos con Carlos Sainz. Auriol sustituyó al español en el equipo en 1993,
intercambiando su puesto con "El Matador".
Auriol llegó a la primera prueba de la temporada en Mónaco
como uno de los favoritos, a pesar del poco tiempo que pasó en su Celica antes
de que empezara el primer tramo.
El francés lideraba con el Ford Escort Cosworth de François
Delecour por sólo dos segundos en la última especial, pero un pilotaje
espectacular le permitió ganarla por 13 segundos y adjudicarse su tercera
victoria en Montecarlo.
Carlos Sainz: Montecarlo 1998
Carlos Sainz regresó a Toyota tras haber celebrado dos títulos de campeón
con el equipo a principios de la década. En 1998, la escudería japonesa estrenó
su nuevo Corolla en Montecarlo, en vísperas de una nueva lucha por el título.
La regularidad del español le llevó a conseguir su tercera
victoria en el Principado y, a pesar de ganar sólo un tramo en su camino hacia
el máximo de puntos, se adjudicó una cómoda victoria por 40 segundos sobre su
compañero de equipo Juha Kankkunen.
Harri Rovanperä: Suecia 2001
Harri Rovanperä luchó por las oportunidades en sus inicios en el WRC. El
tiempo que pasó en SEAT y sus salidas como piloto privado sólo le dieron dos
podios en siete temporadas, pero en 2001 Peugeot dio al finlandés la
oportunidad de compartir una temporada con Gilles Panizzi.
Rovanperä pilotó con habilidad y precisión para dominar las
heladas carreteras del Rallye de Suecia, consiguiendo dos victorias de tramo -y
la victoria- por casi medio minuto en su debut con Peugeot. A pesar de haber
conseguido 15 podios en su carrera, esta fue su única vez en el escalón más
alto del podio.
Tommi Mäkinen: Montecarlo 2002
Tommi Mäkinen ganó cuatro campeonatos del mundo con Mitsubishi, una
asociación que le proporcionó 22 victorias en siete temporadas. Sin embargo,
tras un 2001 más duro, el finlandés cambió su lealtad a Subaru.
Mäkinen consiguió dos victorias de tramo y se encaminaba a
terminar el Rallye Montecarlo en segunda posición, por detrás del Citroën de
Sébastien Loeb. Sin embargo, la victoria del francés le fue arrebatada cuatro
días después de terminar el rallye, cuando recibió una penalización de dos
minutos por un cambio incorrecto de neumáticos.
La pérdida de Loeb fue la ganancia de Mäkinen, que ganó en
el debut de su nuevo equipo y se convirtió, en ese momento, en el piloto del
WRC más exitoso de la historia. A la postre, sería su 24º y último triunfo en
la máxima categoría del deporte, consolidando una carrera increíble.
Marcus Grönholm: Montecarlo 2006
Marcus Grönholm cosechó grandes éxitos durante siete temporadas con
Peugeot, incluidos dos títulos de campeón del mundo al inicio del nuevo
milenio. Pero tras ganar sólo dos veces en 2005, el finlandés tomó la decisión
de unirse al rejuvenecido Ford World Rallye Team.
Y él y su copiloto Timo Rautiainen consiguieron una
imponente victoria para iniciar su temporada por todo lo alto, imponiéndose a
Sébastien Loeb en Montecarlo por más de un minuto, lo que supuso la primera
victoria de Ford en más de dos años y la primera de Gronholm sobre asfalto.
Sébastien Ogier: Montecarlo 2017
Sébastien Ogier, cuatro veces campeón del mundo, buscaba equipo tras la
salida de Volkswagen del deporte en 2016.
Cuatro títulos consecutivos dieron al francés la elección,
donde se asentó en una nueva relación con la escuadra M-Sport Ford de Malcolm
Wilson, un equipo que no había ganado un rallye desde 2012.
Ogier, como de costumbre, estuvo muy activo en el Rallye de
Montecarlo, que abría la temporada. Consiguió tres victorias de tramo con un
Fiesta, camino de una emotiva victoria.
Sébastien Loeb: Montecarlo 2022
El nueve veces campeón del mundo Sébastien Loeb regresó al WRC en 2022 con
M-Sport en un programa parcial.
El equipo había luchado por el éxito desde que su gran rival
Ogier se fue en 2018, pero a pesar de más de un año alejado del deporte y de
haber cumplido 47 años, Loeb estaba en buena forma en el flamante Ford Puma.
Seis victorias de tramo le permitieron llegar al Wolf Power
Stage con Ogier a menos de 10 segundos, pero él y su copiloto Isabelle Galmiche
se aferraron a la victoria, su primera en el WRC, y la 80ª de Loeb-
convirtiendo al francés en el piloto más veterano de la historia en ganar en el
máximo nivel de los rallyes.