PILOTO ESTRELLA
Si nos basamos en el hecho de que ha conseguido dos títulos consecutivos del
Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA, debe ser Kalle Rovanperä. Con sólo
23 años, el finlandés se une a pilotos de la talla de Miki Biasion, Walter
Röhrl y Carlos Sainz como bicampeones.
El piloto del Toyota GR Yaris hizo exactamente lo que tenía
que hacer en Europa Central, logrando un liderato dominante al principio de la
prueba que acabó por dejar a su compañero de equipo Elfyn Evans a la caza del
título.
Cuando Evans cedió ante la presión y se estrelló, Rovanperä
sacrificó sus opciones de hacerse con la victoria en el rallye, permitiendo a
Thierry Neuville imponerse en cabeza mientras él se aseguraba de llegar a la
meta para hacerse con el premio final. Ese nivel de madurez le ha valido al
finlandés dos títulos mundiales a una edad tan temprana.
EL TRAMO MÁS MEMORABLE
El TC11, el primer paso de Knaus Tabbert Bayerischer Wald en Alemania, fue
donde la dinámica cambió por completo.
Evans, que luchaba por alcanzar a Rovanperä, se despistó en
una resbaladiza curva a derechas y deslizó su GR Yaris por la puerta de un
granero. Rovanperä, consciente de que la fechoría de su compañero le había
garantizado el título, aflojó de inmediato y bajó a la segunda posición de la
general mientras Neuville se adelantaba.
LA GRAN SORPRESA
Cuando Andreas Mikkelsen perdió casi 10 minutos intentando sacar su Śkoda Fabia
RS Rally2 de la maleza checa el viernes por la mañana, todos pensamos que tendríamos
que esperar al FORUM8 Rallye de Japón para coronar al nuevo campeón del WRC2.
Sorprendentemente, sin embargo, el piloto noruego hizo lo suficiente para
asegurarse el codiciado título, a pesar de terminar a más de 13 minutos del
ganador de la prueba (WRC2) Nicolas Ciamin.
El abandono de Yohan Rossel significó que Gus Greensmith era
el único piloto que se interponía en el camino de Mikkelsen, aunque también
había sufrido un contratiempo en forma de pinchazo el viernes por la mañana.
Para detener las celebraciones de Mikkelsen, el británico
sólo necesitaba un crono entre los tres primeros en la Wolf Power Stage, pero
un trompo le impidió conseguirlo. Mikkelsen, por su parte, marcó el mejor crono
en la especial final y se hizo con la corona a falta de una prueba.
NO TE LO VAS A CREER
La República Checa es el hogar de algunos de los aficionados a los rallyes más
apasionados del planeta pero, hasta la semana pasada, el país no había
albergado ninguna prueba del WRC. Este era el momento con el que los
aficionados checos habían estado soñando, y el inicio ceremonial del jueves en
la capital, Praga, hizo realidad esos sueños.