Juha Kankkunen, cuatro veces campeón del mundo, sería uno de
los reyes del gran retorno. En una carrera ilustre que ha hecho historia, el
finlandés regresó a un equipo tres veces. Tras iniciar su carrera profesional
en Toyota, abandonó la escudería alemana para regresar dos veces más. Se unió a
Lancia en 1987, se marchó y volvió durante tres años con un Delta, entre 1990 y
1992.
Armin Schwarz fue otro piloto que llegó, se fue y volvió a
Toyota (y a Škoda más tarde en su carrera). Los dos mandatos de Didier Auriol
en Toyota se dividieron en la temporada de 1996, cuando el equipo fue
sancionado, así que quizá ese no cuente.
Richard Burns estuvo a punto de volver a Subaru en 2004,
pero no hay que olvidar que el inglés inició su carrera en el WRC en un
Impreza, luego pasó a Mitsubishi antes de volver a un Impreza para ganar el
título de 2001.
El francés François Delecour fue piloto de Ford antes de
irse a Peugeot y regresar de nuevo a Ford para pilotar un Focus en 2001. Fue
más o menos en esa época cuando Petter Solberg dejó Ford por Subaru antes de
volver a un coche fabricado por M-Sport en 2012. Mikko Hirvonen es otra
estrella de M-Sport que volvió al equipo británico para otra temporada, en lo
que resultó ser su último año en el WRC en 2014.
Más recientemente, Esapekka Lappi y Craig Breen se han unido
a la lista. Después de haber iniciado su carrera en la máxima categoría con
Toyota Gazoo Racing en 2017, Lappi dejó el equipo con sede en Finlandia para
unirse a Citroën en 2019. El ahora piloto de 32 años regresó a TGR como piloto
a tiempo parcial en 2022, antes de cambiar a Hyundai para esta temporada.
Breen fue otro de los que regresó a Hyundai. El irlandés se
había ido en Hyundai para pilotar a tiempo completo con M-Sport Ford en la
temporada 2022, antes de regresar a la escuadra Hyundai con sede en Alemania
para un programa a tiempo parcial en 2023, que se truncó trágicamente en abril.
Como se ve... nada nuevo en volver a casa.