Los resultados de Kalle Rovanperä y Elfyn Evans en el Rallye
de Chile Bio Bío la semana pasada fueron suficientes para que Toyota, que se
reincorporó al WRC en 2017, consiguiera su tercera corona de constructores
consecutiva a falta de dos rallyes.
Con Evans, Rovanperä y el piloto a tiempo parcial Sébastien
Ogier, Toyota ha ganado ocho de las 11 pruebas disputadas en lo que va de
temporada. Takamoto Katsuta, que puntúa en las pruebas en las que no participa
Ogier, también ha logrado varios puestos entre los cinco primeros, así como un
podio en Finlandia.
En declaraciones en Chile el domingo, Latvala atribuyó el
éxito de Toyota a la impresionante fiabilidad de su GR Yaris Rally1.
"Tengo que decir que el nivel de competitividad en el
WRC es duro", dijo Latvala. "Los coches están, ya sabes, el nivel es
muy parejo.
"Pero creo que la parte más importante en la que hemos
marcado la diferencia es la fiabilidad, que hemos sido capaces de traer los
coches a casa sin problemas. Y creo que eso, para el campeonato al final, es
uno de los puntos más cruciales.
"Por supuesto, éramos fuertes", continuó Latvala,
"pero también nos dimos cuenta de nuestros puntos débiles, especialmente
en la dura y áspera tierra. Hemos trabajado en ello, y hemos conseguido mejorar
el coche en esas condiciones, lo que ha sido muy, muy agradable de ver."
Latvala espera que el éxito de su equipo sirva para inspirar
a los jóvenes que se inician en este deporte en el sentido de que, con trabajo
duro, todo es posible.
"Tenemos que ser el ejemplo de que las generaciones más
jóvenes pueden entusiasmarse y venir a este deporte y, básicamente, intentar
alcanzar sus sueños en la vida. Eso es lo que queremos compartir, que cuando
tienes un sueño, tienes que seguirlo y trabajar duro. Y una vez que lo
consigues, eso puede traer la alegría para toda la vida".