El magnate de los negocios y entusiasta de los rallyes Jourdan Serderidis encarna este espíritu de camaradería y generosidad. A sus 59 años, nada le gusta más que pilotar su M-Sport Ford Puma Rally1 en pruebas seleccionadas del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA.
Pero Serderidis no sólo se dedica a disfrutar, sino que también apoya a la próxima generación de pilotos de rallyes, como Grégoire Munster, de 24 años, una de las estrellas emergentes del WRC2.
La semana que viene, el dúo compartirá un Puma en el Malcolm Wilson Rally, una prueba nacional en el norte de Inglaterra que Serderidis está utilizando como entrenamiento para el Guanajuato Rallye de México (16-19 de marzo).
"Es un poco extraño", se ríe Munster, que se prepara para cambiar sus guantes de pilotar por un cuaderno de notas y un lápiz, en sustitución de su copiloto habitual Fred Miclotte. "Justo antes de Suecia, Jourdan me preguntó si podía pilotar con él. Ya había hecho un test con él en España, así que pensó que sería divertido.
"Primero le pregunté si era consciente de que, en el test, le di dos notas erróneas. Jourdan dijo que sí, pero que las notas que le di eran demasiado optimistas y que era la velocidad correcta. Dijo que era una mejora".
Sin embargo, no es la primera vez que Munster se sienta en el asiento del copiloto. Ha desempeñado el mismo papel para su padre Bernard, antiguo campeón belga, en numerosas ocasiones.
"El primer trabajo es dar las notas correctamente. Ya lo he hecho antes con mi padre, pero lo que más me estresa son todas las reglas, los tiempos y todas esas cosas", admite el joven. "Suelo retrasarme bastante en mi vida normal, ¡así que deberé tener mucho cuidado de no hacerlo en el Rallye Malcolm Wilson!".
La propia carrera como piloto de Munster ha seguido una trayectoria ascendente en las últimas temporadas. Su programa de 2022 incluía varias salidas en WRC2, que culminaron con una victoria de categoría en el FORUM8 Rallye de Japón. También fue votado como el piloto más mejorado del año del WRC por los aficionados.
Entre bastidores, apoyando silenciosamente ese éxito, estaba Serderidis.
"Mi amistad con Jourdan empezó no hace mucho", explica Grégoire. "Conozco a Lara Vanneste, que antes pilotaba para él, desde que yo era un chaval. Actualmente trabaja en una de las empresas de Jourdan. Fue conociéndola como conocí a Jourdan, hace uno o dos años.
"El año pasado estuvimos luchando un poco con el presupuesto. Hicimos Montecarlo y luego Croacia, pero para nuestro equipo familiar, que intentaba encontrar patrocinadores a diestro y siniestro, era difícil continuar con el programa WRC2. Volvimos al campeonato belga, pero Jourdan nos ayudó a ir a Ypres, que también formaba parte del WRC. Después, también nos ayudó a ir a Grecia, España y Japón, donde terminamos con una victoria.
"Siempre habíamos hecho pequeños programas de WRC2, en los que conseguíamos hacer dos o tres pruebas en WRC2 antes de que se acabara el presupuesto. Gracias a Jourdan hemos podido hacer todos estos rallyes", añade.
Un cambio en la maquinaria ve a Munster al volante de uno de los Fiesta Rally2 de M-Sport Ford esta temporada, con una edición completa de WRC2 por delante.
Y, aunque varias fuentes han sugerido que se pondrá al volante del Puma de Serderidis en una o dos pruebas del WRC más adelantada la temporada, eso no está en su radar por ahora.
"No estoy pensando demasiado en eso. Seguro que es una idea, pero primero tenemos que ver los resultados en WRC2, donde hay una gran competitividad.
"Nuestro objetivo es primero intentar estar a la altura en WRC2 con el paquete que tenemos. Pasamos de Hyundai a M-Sport, así que todo son cosas nuevas y todavía hay muchas pruebas que nunca hemos hecho. Tenemos muchas cosas que aprender antes de poder empezar a pensar en un asiento en Rally1."
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