Se marchó de Umeå con un podio y mucha confianza con el coche, con la vista puesta en las pistas de tierra mexicanas del mes que viene.
Tras una primera jornada complicada, en la que el belga tuvo problemas de subviraje y vio cómo los taludes de nieve del norte de Escandinavia destrozaban la aerodinámica del Hyundai, el fin de semana fue muy sólido.
Fue el más rápido el sábado y sacó seis segundos al piloto más cercano que no era de Hyundai en la segunda prueba del domingo. Sus esperanzas de conseguir el segundo puesto se vieron truncadas por un error en el Wolf Power Stage. Sin embargo, no dejó que eso estropeara su quinto podio en rallyes sobre nieve en seis años.