El estonio se planteó su segunda prueba a bordo de uno de los Ford Puma Rally1 de M-Sport con pocas expectativas, pero ofreció un rendimiento extraordinario y se llevó la victoria por 18,7 segundos sobre Craig Breen, de Hyundai.
Tänak sólo fue el más rápido en uno de los 18 tramos sobre nieve y hielo de la prueba, pero logró el top tres en 12. Fue esa regularidad la que al final les valió a él y a su copiloto Martin Järveoja.
"Ha sido una buena victoria, un poco emotiva. También hubo un poco de tensión durante el fin de semana", reveló Tänak tras su victoria.
"Llegamos al rallye sin, yo diría, esperar demasiado, pero en realidad no esperábamos nada. No sabíamos qué pasaría. Simplemente vinimos aquí y teníamos que ver qué podíamos hacer".
El primer día del rallye fue relativamente bien para Tänak, e incluso lideraba antes de la parada en la asistencia de mitad de etapa. Pero fue el sábado cuando empezó a dar con la tecla, recuperando el liderato de Breen con un gran ataque nocturno.