Las estrellas del WRC se unieron a los ganadores de otros campeonatos de la FIA, incluida la Fórmula 1, en la Feria de Bolonia, en el corazón de la impresionante región italiana de Emilia-Romaña, para la tradicional celebración de final de temporada.
Kalle Rovanperä y su copiloto Jonne Halttunen recogieron sus trofeos de piloto y copiloto, entregados por el nueve veces campeón del mundo Sébastien Loeb, mientras que el director del equipo, Jari-Matti Latvala, aceptó agradecido el trofeo de constructores en nombre de Toyota Gazoo Racing.
Rovanperä ganó seis de los trece rallyes disputados a bordo de su GR Yaris y se hizo con el título en el Rallye Repco de Nueva Zelanda a falta de dos pruebas. De este modo, se convirtió en el campeón más joven de la historia del WRC, justo un día después de cumplir 22 años.