Repaso al Rallye de Japón 2010

1: El debut soñado de Ogier
Ogier, ahora ocho veces campeón del WRC, no se sentía demasiado confiado antes de la cita de Sapporo. A diferencia de muchos de sus rivales, el francés debutaba en Japón y la naturaleza áspera de los tramos de tierra no era de su agrado.

Después de tomar la ventaja al principio, no pudo contener a un Petter Solberg al ataque y comenzó el último día en la tercera posición de la general. Pero un buen crono en los últimos tramos, ayudada por los problemas de Solberg, hizo que Ogier se pusiera al frente y lograra la victoria por sólo 15,7 segundos con su Citroën C4.

"Es increíble", dijo Ogier en ese momento. "Cuando llegamos aquí sabía que sería un rallye difícil para mí. No me gustan este tipo de tramos, es muy duro y es mi primera vez. Pero rápidamente encontramos un buen ritmo y hemos ganado, es perfecto".

2: Solberg supera la gripe
Solberg era, y sigue siendo, uno de los favoritos de los aficionados en Japón, aunque en 2010 no fue el mismo de siempre. El noruego se vio afectado por una gripe que le hizo sentirse mal, sobre todo en la primera jornada.

Sin embargo, no pareció alterar demasiado su ritmo en la etapa, y el piloto privado de Citroën se metió de lleno en la lucha por la victoria.

Una penalización de diez segundos en la salida no le ayudó y, cuando un brazo delantero  se soltó el domingo por la mañana, se vio obligado a conformarse con la segunda posición detrás de Ogier.

3: La dramática salida de Arai
El incondicional de Subaru, Toshihiro Arai, aspiraba a su tercer título del PWRC en 2010 y las cosas empezaron bien en su prueba de casa. En tres tramos, él y su copiloto Dan Barritt lideraban la categoría y se mantenían en el puesto 12 de la general.

Pero, en la cuarta especial, todo se deshizo. Arai fue un pasajero cuando su Impreza N15 se salió tras un salto y el coche volcó hacia los árboles, marcándose un baño temprano.

Arai disputará la cita de esta semana con un Citroën C3 Rally2 con especificación WRC2. Será la primera vez que dispute la prueba con un coche que no sea un Subaru.

4: A Loeb le faltó ritmo
El piloto de Citroën, Loeb, tuvo un fin de semana decepcionante para su propio nivel de exigencia. Con un ojo puesto en conseguir su séptimo título mundial, Loeb se mostró inesperadamente cauto.

Los ajustes de puesta a punto permitieron mejorar el ritmo de su C4 en la última jornada, pero Loeb no pudo desafiar a los líderes. Finalmente, terminó en una decepcionante quinta posición en la general.

5: La mecánica de Citroën brilla
Los mecánicos de Citroën se pusieron a prueba cuando el C4 del ex campeón del mundo de Fórmula 1 Kimi Räikkönen necesitó una nueva caja de cambios. Sorprendentemente, el equipo retiró y sustituyó la antigua unidad en sólo 12 minutos.

Lamentablemente, Räikkönen no pudo compensar sus esfuerzos y se estrelló, cuando era octavo de la general, en la primera especial del domingo. 

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