Ha sido un día perfecto para el piloto del Hyundai i20 N Rally2, que terminó la primera etapa del viernes con una ventaja de 12,7 segundos en la categoría de apoyo del WRC.
Ha doblado esa ventaja en las carreteras secas de las colinas de la Costa Daurada después de marcar los tres mejores tiempos de tramo, llegando finalmente al parque de asistencia de PortAventura World en Salou con una ventaja de 26,6 segundos.
Suninen no es ajeno a los éxitos españoles. Ganó su categoría aquí en 2017 y fue subcampeón el año pasado, pero todavía no ha triunfado en ninguna prueba esta temporada. A falta de cuatro tramos cortos para el domingo, una victoria finlandesa parece cada vez más probable.
"Estoy satisfecho con el día de hoy", sonrió Suninen. "Hemos podido aumentar la diferencia con respecto a los de atrás y por la tarde hemos podido gestionar un poco la situación.
"Ha sido muy agradable pilotar por estas carreteras. Son tramos bonitos y fluidos, ¡incluso podemos compararlo con las carreras en circuito a veces!"
El piloto del Škoda Fabia, Nikolay Gryazin, mantuvo la segunda posición durante la noche, pero se vio envuelto en una apretada batalla por el segundo puesto de la general con el actual campeón del WRC3, Yohan Rossel.
El péndulo se ha alejado de Gryazin y, tras siete exigentes tramos, el Citroën C3 Rally2 de Rossel se ha colocado a la cabeza, con 22,8 segundos de diferencia entre ambos al cierre de la prueba.
Emil Lindholm está camino de remontar después de una pérdida de más de un minuto el viernes cuando un trompo acabó en un pinchazo trasero. Conduciendo un Fabia preparado para Toksport, el piloto de 26 años se abrió paso entre el pelotón para terminar 41,1 segundos atrás del podio en cuarto lugar, solo 3,3 por delante del hombre del Ford Fiesta, Jari Huttunen.
El rival más cercano de Lindholm en la lucha por el título, Kajetan Kajetanowicz, también hizo un trompo el viernes, aunque el polaco no pudo pasar del sexto puesto. Así las cosas, el campeonato se decidirá en Japón el próximo mes.
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