El orgullo de Ogier al pasar la corona

Ogier se ha convertido en una especie de leyenda del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA, con ocho títulos en la última década. Pero el reinado del francés llegó a su fin el domingo, cuando dejó paso a su compañero de equipo en Toyota Gazoo Racing, Kalle Rovanperä.

Rovanperä selló el título tras ganar la undécima prueba con sede en Auckland y, de paso, se convirtió en el piloto más joven de la historia del deporte en levantar la corona con 22 años y un día.

Ahora que Ogier disputa un programa a tiempo parcial con un GR Yaris mientras se concentra en mantener el equilibrio entre su vida laboral y personal, es poco probable que le veamos conquistar otro campeonato mundial. Sin embargo, el francés no se resintió y alabó el éxito de su colega.

"Es difícil encontrar las palabras", dijo Ogier. "Es increíble lo que ha conseguido, sin duda. Con 22 años, creo que se tardará mucho tiempo en batir este récord".

"Kalle es como la reencarnación de Kimi Räikkönen en los rallyes, con sangre fría y a veces sin emociones. Pero espero que hoy las tenga porque debería disfrutar de este momento.

"Ha sido una temporada impresionante y de nuevo, en condiciones difíciles este fin de semana, ha demostrado que es un campeón muy digno. Enhorabuena a él y, por supuesto, a todo el equipo, porque ganamos y perdemos juntos".

Ogier desempeñó un papel fundamental en la lucha por el título de Rovanperä, ya que se impuso a Ott Tänak, el más cercano al título del finlandés, para conseguir el doblete con el Yaris.

El piloto de 38 años disfrutó de la oportunidad de volver a la tierra neozelandesa tras no puntuar en 10 años en el campoenatoy se mostró orgulloso de su actuación tras unos meses fuera del asiento.

"Ha sido un buen regreso, diría yo", dijo sonriendo. "He disfrutado del fin de semana. Han sido unos tramos muy bonitos, he disfrutado en el coche y también puedo estar contento con mi ritmo".

"Ha sido un rallye difícil con algunos tramos de alta velocidad y mucha lluvia, así que estar al ritmo que teníamos después de tres meses sin competir no está nada mal".