El capitán ganador de dos Copas del Mundo de Rugby se apresuró a decir que sí cuando le ofrecieron un asiento junto al piloto de M-Sport Ford, Gus Greensmith, para realizar un shakedown.
El imponente cuerpo de McCaw hizo que el Ford Puma fuera muy ajustado para él, pero no consiguió frenar a Greensmith, que realizó su mejor tiempo de la mañana, terminando el shakedown con el sexto mejor tiempo.
"Es increíble, no sé cómo mantienes el coche en la carretera haciendo eso... es irreal", dijo McCaw instantes después de la pasada.
Cuando se le informó de que había estado a bordo al lograr su mejor tiempo del día de Greensmith, McCaw bromeó: "Estaría encantado de sentarme ahí todo el día.
"Estaba sonriendo de oreja a oreja y absorbiéndolo todo. Me alegro de no haberle retrasado".
"Mucha gente ha dicho que la experiencia te dejará boquiabierto. Pensaba que iba a ser genial, pero fue algo irreal. La velocidad a la que íbamos me dejó boquiabierto".
Admitiendo que no sabía quién era McCaw hasta poco antes del rallye, Greensmith creó cierta envidia entre su grupo de amigos amantes del rugby.
"Nunca me aficioné al rugby, pero todos mis amigos son grandes, grandes aficionados al rugby. Cuando les dije que iba a llevar a una leyenda del rugby y les envié una captura de pantalla de su Instagram, todos me dijeron: 'No puede ser, no lo harás, no lo harás'.
"Fue muy guay meterle en el coche, es un tipo muy agradable y pareció disfrutar".
McCaw se mostró impresionado por la cantidad de aficionados en el tramo y destacó la importancia de que grandes eventos como el WRC vengan a Nueva Zelanda.
"El automovilismo, y desde luego los rallyes, son una parte importante de la mentalidad neozelandesa. Mucha gente lo sigue, puedes ver la gente alineada en la carretera incluso en este pequeño tramo. "Todo el mundo está entusiasmado. Es genial que haya vuelto".
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