El inglés lideraba su categoría antes de estrellar su Toksport Škoda de forma espectacular en el EKO Acrópolis Rallye de Grecia y ahora se enfrenta a una ardua batalla para encontrar la financiación que le permita conseguir su segundo gran título de la FIA tras coronarse en el Campeonato de Europa de Rallyes de 2019.
"Definitivamente no me estoy rindiendo", dijo el piloto de 28 años. "Todavía hay una oportunidad para el título, vale, Emil Lindholm ha tenido una buena racha de resultados, pero creo que nuestra velocidad ha sido cada vez mejor durante todo el año. Hay más cosas que hacer y no me voy a rendir".
El Škoda respaldado por CarFinance 247 se salió de la carretera a baja velocidad en Grecia, pero un pronunciado barranco y un importante número de vuelcos significaron muchos daños en la carrocería.
"En cuanto al motor y la caja de cambios, no creo que el coche haya sufrido demasiados daños", explicó Ingram. "Suena raro, pero creo que podríamos haber continuado en la carrera. El hecho hubiéramos volcado tanto por la pendiente hizo que la mayoría de los elementos de la carrocería estuvieran dañados, pero la parte mecánica del coche no estaba tan mal. Tenemos que dejar esto atrás y centrarnos en llegar a España y a la próxima temporada".
Ingram está decidido a luchar por el título absoluto del WRC2 en 2023.
"Creo que estamos preparados", dijo. "Sé dónde está mi velocidad en comparación con otros pilotos que están haciendo miles de kilómetros cada temporada con estos coches, y yo no estoy haciendo nada de kilómetros. Antes de Grecia pilotamos el coche durante unos 20 kilómetros...
"Llegar a España es algo muy importante para mí. Quiero tener esa oportunidad de conseguir el título de WRC2 Junior, pero luchar con pilotos como Andreas Mikkelsen por el campeonato principal de WRC2 la próxima temporada también es una opción".
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