Decenas de miles de apasionados aficionados abarrotaron el espectacular tramo para presenciar las vistas y los sonidos de los coches de rallyes por primera vez desde la última vez que la etapa figuró en el itinerario en 2006.
Neuville encabezó un cuarteto de Hyundai i20 N a través de la apretada y técnica ráfaga de asfalto, que vio a los coches y a los pilotos enfrentarse unos a otros.
Su más cercano perseguidor fue, sorprendentemente, la estrella del WRC2 Teemu Suninen, que cedió sólo una décima de segundo al belga en su máquina de menor potencia de la especificación Rally2.
"Esto es como debería ser siempre", dijo Neuville entusiasmado mientras señalaba a la multitud. "Hay un gran ambiente aquí".
"Enhorabuena a los organizadores por poner esto en marcha para nosotros y para todos los espectadores que han venido hoy. Demuestra que es posible atraer a grandes multitudes al WRC y deberíamos intentar hacer más de esto en otros eventos también", añadió.
Dani Sordo ocupó el último lugar del podio a sólo un segundo de su compañero de equipo de primera categoría, con el ganador del Ypres Rallye de Bélgica, Ott Tänak, sólo una décima más atrás.
El líder de la categoría WRC2 Junior, Emil Lindholm, también estuvo muy por encima de su peso, y se metió con su Škoda Fabia Rally2 Evo entre los cinco primeros con una carrera limpia y ordenada. El compañero de equipo de Lindholm en Toksport, Andreas Mikkelsen, no tuvo tanta suerte y abandonó tras golpear una barrera que dañó su dirección.
Gaurav Gill fue sexto con otro Fabia y el fallo de encendido que detuvo el Ford Puma de Sébastien Loeb durante el shakedown de esta mañana fue rápidamente rectificado por los mecánicos de M-Sport. El nueve veces campeón del mundo ha completado el top siete a sólo 1,3 segundos de la cabeza.
Tras pasar la noche en Corinto, los competidores se enfrentan a un viernes agotador. El primer coche sale del parque cerrado a las 05:53 horas y no habrá asistencia hasta la tarde, después de 108,31 km de acción a fondo.
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