El galés estaba en plena lucha por el liderato en la octava prueba del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA antes de que los problemas de suspensión le hicieran perder cerca de un minuto en el último tramo del sábado.
La estrella de Toyota Gazoo Racing terminó finalmente cuarto en una prueba que dominó la temporada pasada y se encuentra cuarto en la clasificación a falta de cinco pruebas.
"Es un poco frustrante", admite. "Creo que no nos hemos adaptado en todo el fin de semana. Tuvimos el problema el sábado, es muy difícil. Es difícil decir exactamente qué fue, pero no creo que me haya sentido tan cómodo en el coche como en el Rallye de Estonia, por ejemplo.
"Seguimos al margen de la lucha, pero nunca llegamos a implicarnos del todo. Este fin de semana me ha costado un poco más sentir el coche que en anteriores rallyes, en los que he estado más sólido.
"Pero aquí nunca me sentí del todo cómodo con lo que hacía el coche en todo momento. El coche era bueno, pero le faltaba ese último toque de reacción y confianza.
"También hemos cambiado mucho para tratar de encontrarlo, pero a veces ha empeoraron las cosas, así que eso nunca ayuda cuando es así".
Evans admitió que todavía estaba tratando de encontrar la misma conexión que había disfrutado con el predecesor del GR Yaris Rally1, un coche en el que terminó subcampeón del campeonato en 2020 y 2021.
"El paso al nuevo coche quizás no ha sido tan bueno suave como hubiéramos querido", dijo. "No tengo la misma sensación que el año pasado, pero sigue siendo un coche nuevo y estas cosas pueden llevar tiempo.
Hemos ganado tramos y hemos estado en la lucha en la mayoría de los rallyes, pero sólo nos falta ese último uno o dos por ciento".
"Como he dicho, es frustrante, pero sólo tenemos que bajar la cabeza y encontrar esa sensación y conexión con el coche".
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