Los gladiadores que persiguen el título han probado hasta ahora la nieve, el hielo y el asfalto. Ahora, el Vodafone Rallye de Portugal (del 19 al 22 de mayo) ofrece la oportunidad de ensuciarse en el polvo, las piedras y el calor en una superficie que constituye la mayor parte de la serie de 13 pruebas.
Portugal ha dado en muchas ocasiones el pistoletazo de salida a las pruebas de tierra del WRC. La Península Ibérica se ha convertido en uno de los lugares clásicos del campeonato desde que el país ayudó a lanzar el certamen en 1973 y este es el primero de los cinco encuentros consecutivos de tierra.
Una vez más, la prueba tiene su base en la ciudad noroccidental de Matosinhos, justo al norte de la gran ciudad productora de vino de Oporto, y sigue un recorrido prácticamente idéntico al del año pasado.
Después de la ceremonia de salida del jueves por la noche en Coimbra, la cuarta ciudad más grande del país y antigua capital, la acción comienza inmediatamente con un tramo urbano de 2,82 km, la única especial nueva del fin de semana.
El viernes por la mañana, las cosas se complican con el doble paso por Lousã (12,03 km), Góis (19,33 km) y el clásico Arganil (18,72 km), separados por una zona de montaje de neumáticos en el mismo Arganil.
La etapa finaliza con una única pasada por Mortágua (18,15 km) y una espectacular superespecial en el circuito de rallycross de Lousada (3,36 km), el favorito de los aficionados.
En total, casi 122 km de competición. Los problemas mecánicos podrían costar muy caros, ya que no se permite ningún tipo de asistencia hasta que los competidores regresen a Matosinhos por la noche, excepto las reparaciones que realicen los propios equipos con las herramientas que llevan en sus coches.
El sábado será un día muy complicado. Casi la mitad de la distancia competitiva del rallye se concentra en dos bucles idénticos de tres tramos en las montañas de Cabreira, al noreste de Matosinhos.
Los pilotos se enfrentarán a dobles pasadas por Vieira do Minho (21,57 km), Cabeceiras de Basto (22,03 km) y Amarante (37,24 km), el tramo más largo del fin de semana. Los bucles están divididos por una asistencia y un tramo urbano en Porto Foz (3,30km) que cierra la jornada tras casi 165 km de acción.
El itinerario del domingo se centra con el mítico Fafe, su gran salto antes de la meta y las multitudes que allí se concentran.
Cinco tramos agrupados alrededor de la ciudad comienzan con Felgueiras (8,91 km). Montim (8,69 km) y Fafe (11,18 km) son las siguientes antes de las segundas pasadas por Felgueiras y Fafe, y el Wolf Power Stage, que cierra el rallye, y que como es habitual reparte importantes puntos de bonificación.
Los 21 tramos sumarán 338,34 km en un recorrido de 1522,89 km antes de la llegada del domingo por la tarde en Matosinhos.
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