1. Un tocado Evans lo celebra
La victoria fue el antídoto perfecto para Elfyn Evans después de la angustia de la derrota por fracciones de segundo en la prueba anterior en Croacia.
La cuarta victoria del galés en el WRC le llevó a la segunda posición de la clasificación de pilotos, por detrás de su compañero de equipo en el Toyota Gazoo Racing, Sébastien Ogier. Puede que no fuera un éxito arrollador de principio a fin, pero el resultado era muy importante.
Al principio, Evans no se sentía seguro, ya que los neumáticos blandos hacían que su Toyota Yaris se sintiera inestable. Pero un sólido cuarto puesto se convirtió en un impresionante segundo hacia el final de la primera etapa del viernes, cuando Dani Sordo y Thierry Neuville tuvieron problemas.
Evans no tuvo respuesta al ritmo del líder Ott Tänak el sábado, pero cuando el estonio se quedó en el camino, estuvo perfectamente situado para sacar provecho. Dobló su ventaja del sábado por la noche en la última etapa del domingo y ganó con una cómoda ventaja de 28,3 segundos.
2. La montaña rusa de Tänak
Tänak experimentó la alegría y la agonía del WRC a lo largo de 24 horas. Después de superar la lucha de la mañana con el manejo de su Hyundai i20, heredó una escasa ventaja en la penúltima especial del viernes.
Si la primera jornada fue una batalla descarnada, la segunda etapa del sábado fue un dominio glorioso. Consiguió una victoria de tramo por la mañana y marcó su 250º mejor scratch en el WRC por la tarde, cuando su ventaja se acercaba a los 30 segundos.
Pero el desastre llegó en la penúltima especial de Amarante, la más larga del rallye con casi 38 km. Tänak fue el más rápido en los sectores intermedios, pero su rueda trasera derecha se dobló y, a pesar de intentar llegar a la meta cojeando, aparcó su i20 con la suspensión destrozada.
El consuelo fue volver al día siguiente para conseguir el máximo de puntos extra al ganar el Wolf Power Stage.
3. El frenético final del viernes
Hyundai Motorsport iba camino de cerrar los tres primeros puestos el viernes por la noche, hasta que se produjo un loco penúltimo tramo en Mortagua, que volvía a estar en el programa por primera vez en 20 años.
El antiguo líder Dani Sordo caló el motor de su coche y cedió su ventaja a Tänak, pero un destino peor le tocó a Thierry Neuville, segundo con el otro i20.
El belga entró demasiado rápido en una curva a derechas, se deslizó en un banco y el coche se volcó. El equipo lo enderezó y llegó cojeando a la meta, pero el impacto destrozó la suspensión trasera derecha y se retiró.
El fabricante coreano, que dominaba con un triplete a última hora del viernes, tuvo que conformarse con el segundo puesto de Sordo al final de la tarde del domingo.
4. El mejor para Taka
Takamoto Katsuta consiguió un cuarto puesto, el mejor de su carrera, con su Yaris. El piloto japonés intercambió posiciones con su compañero de equipo Ogier durante la agotadora etapa del sábado en las montañas de Cabreira y al anochecer estaba a sólo 1,5 segundos de distancia. Katsuta no estaba dispuesto a correr riesgos luchando con el actual campeón en la última jornada y aceleró para proteger su posición.
5. Y también para Greensmith
A Gus Greensmith le encantan las carreteras de Portugal. Y el británico lo puso de manifiesto al igualar su mejor resultado en el WRC con un quinto puesto por detrás de Katsuta. Un pinchazo el primer día le costó unos segundos vitales, pero consiguió sus primeros cronos de tramo entre los tres primeros mientras escalaba posiciones, a pesar de los problemas de aceleración de su Ford Fiesta.
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