Las palabras no eran necesarias.
Tras haber dominado esta tercera prueba del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA desde el tramo inicial del viernes por la mañana, el finlandés se encontró con la derrota en la cara después de que un aguacero inesperado pusiera patas arriba la parte alta de la clasificación.
Inesperado para él y su equipo Toyota Gazoo Racing, quizás. Pero no para sus rivales de Hyundai Motorsport, que se encontraban al final de la carretera de tierra en el parque de asistencia de la Feria de Zagreb.
Habían previsto el tiempo a la perfección y enviaron al segundo clasificado, Ott Tänak, para el cuarteto de tramos del domingo con cuatro neumáticos Pirelli P Zero de compuesto blando y dos Cinturatos para lluvia. Sabían que iba a llover y, cuando lo hizo, Tänak atornilló los Cinturatos a su i 20 N.
Rovanperä no tenía ninguna posibilidad. También tenía dos neumáticos de agua, pero los otros dos eran de compuesto duro, que ofrecían poco agarre en el asfalto. En 13,15 km cedió algo menos de 30 segundos al estonio. Su ventaja de 28,4 segundos se había transformado en una desventaja de 1,4 segundos.
El joven de 21 años es más maduro que su edad y, como siempre, abrió la puerta para enfrentarse a la inevitable pregunta. Miró fijamente a la cámara de WRC+ All Live y la decepción en su voz fue demasiado evidente cuando se le preguntó si podría recuperar el liderato.
"Seguro que no con estos neumáticos", se lamentó. "No sé de dónde ha salido este tiempo. No teníamos ni idea de que iba a llover. No podemos igualarlo con los neumáticos blandos, eso es seguro. Los duros no funcionan en absoluto, así que no podemos hacer mucho más".
Amplió más tarde. "Con los dos neumáticos de lluvia podíamos cruzarlos, pero con los dos duros en plena lluvia no funcionaba bien. Es duro cuando en toda la etapa sabes que estás perdiendo mucho tiempo y no puedes hacer mucho al respecto.
"Intentas llevar la velocidad pero no tienes el agarre. Ese tipo de situación es devastadora porque no puedes hacer nada más".
Rovanperä tuvo mucho tiempo para pensar antes de los 14,09 km finales del Wolf Power Stage. Había un tramo de enlace de casi 60 km hasta el reagrupamiento en Kumrovec y, a continuación, 75 minutos de espera antes de pasar por el tramo de Zagorska Sela - Kumrovec.
Su mentalidad cambió. Salió el sol y las carreteras volvieron a estar secas. Quedaba mucho barro y suciedad en las curvas y el paquete de neumáticos de Tänak era favorable. ¿Pero qué podía perder? Tenía más de un minuto de ventaja sobre Thierry Neuville, tercero.¡
"Estaba allí sentado en el reagrupamiento preparándome para el tramo", dijo a WRC.com. "Y entonces decidí que iría a por todas.
"Pensé que tal vez fuera posible, pero no creí que lo fuera así. Estaba seguro de que los neumáticos más blandos que tenía Ott serían mejores".
Tras el primer parcial, a casi 6 km, el del GR Yaris era exactamente un segundo más rápido. En el siguiente punto de cronometraje, a falta de poco más de 3 km, el margen era de 4,3 segundos. Volvía a estar por delante. En la meta, el crono mostraba una ventaja de 5,7 segundos. Kalle había conseguido una victoria épica por 4,3 segundos.
Era su cuarta victoria en las últimas nueve pruebas del WRC. Estonia, Grecia, Suecia y ahora Croacia. Pero esta era especial.
Una vez más, no hacían falta palabras. "No podría haber ido más rápido. Esta ha sido la victoria más complicada en general", fue su discreta reacción. El brillo en sus ojos y la sonrisa en su rostro, genuina y no forzada esta vez, decían mucho más.
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