Por primera vez en sus 50 años de historia, los principales competidores del WRC fueron propulsados por algo distinto a un motor de combustión interna.
Compact Dynamics y Kreisel Electric se asociaron para proporcionar una unidad de potencia híbrida común y baterías a todos los fabricantes de primer nivel, proporcionando a los coches un espectacular impulso eléctrico de 134 CV (100 kW).
El director general de Compact Dynamics, Oliver Blamberger, dijo: "El equipo ha trabajado muy duro en unos momentos difíciles con la pandemia.
"Durante el verano y el otoño, estuvimos muy ocupados, pero creo que esta primera prueba híbrida del WRC ha sido un gran éxito. Los comentarios que hemos recibido de los equipos son buenos: están contentos", añadió.
Blamberger admitió que la temporada seguirá planteando retos, como el Rallye de Suecia del mes que viene, la prueba invernal tradicional del WRC que se disputa regularmente con temperaturas de hasta -20°C.
"Ya hemos visto algunas temperaturas mínimas", dijo, "y los materiales están funcionando como deberían. Esto es el deporte del motor, si encontramos algunos fallos en los dos primeros rallyes, podremos mejorar las cosas".
"En los test y en el rallye, también vimos algunas salidas fuertes, especialmente en el caso del Hyundai [de Thierry Neuville] que terminó en un río. La unidad es estanca, no tuvimos ningún problema ni con esto ni con las cargas de choque".
Aunque algunos pilotos registraron pequeños problemas con el híbrido, no hubo fallos significativos en el sistema y no se produjo ningún abandono como consecuencia directa de un problema del híbrido.