Pero Lyssia Baudet, aspirante al Programa de Desarrollo de
Pilotos Femeninos de Beyond Rallye, ofrece una habilidad única que la distingue
de las otras catorce finalistas.
«Puedo hacer que mis orejas se muevan», bromea esta belga de 21 años, que pasa
a definir su principal atributo de una forma más informativa.
«Con toda seriedad, siempre tengo ganas de aprender y me resulta bastante fácil
absorber cualquier consejo antes de ponerlo en práctica», prosigue.
Una cualidad vital para cualquier deportista, y no menos para uno que se dirige
a una competición para asegurarse una temporada en el Campeonato del Mundo
Junior de Rallyes de la FIA. Sin embargo, la carrera de Lyssia podría haber
tomado fácilmente otra dirección.
Thu 12 Sep 2024
Baudet: «Mis padres nunca quisieron que fuera piloto»
Las aptitudes necesarias para ser piloto de rallyes son amplias y variadas. Desde la estabilidad mental y las cualidades atléticas hasta la rapidez de reacción y la máxima colaboración con tu copiloto, los atributos clave para el éxito pueden parecer a menudo desalentadores.
«Mis padres nunca quisieron que me convirtiera en piloto de carreras», dice. «Por eso probé muchos otros deportes y actividades antes de probar con un kart. Probé la natación, el judo, el tenis e incluso el baile. Creo que soy una persona que se deja llevar por la adrenalina, así que aquello no funcionó. Cuando aprendí a pilotar a los ocho años, supe enseguida que era para mí. Es una sensación que no puedo describir con palabras, siempre me sentí “en casa” mientras pilotaba».
Forjando su propio camino, el primer contacto de Lyssia con el automovilismo fue en los circuitos. Desde muy joven, y a pesar de la incertidumbre de sus padres, creyó que su destino era convertirse en piloto profesional, hasta que se le presentó otra oportunidad.
«Había una selección organizada por la Federación Belga [RACB] para encontrar a la próxima mujer piloto de rallyes. Había 250 chicas, y yo fui seleccionada. Aproveché la oportunidad sin saber muy bien adónde iba o qué iba a pasar, y no me decepcionó. Encuentro la complejidad de la disciplina muy fascinante, y descubrí una nueva pasión».
Desde entonces, su carrera ha florecido, pero cree que es vital que los aspirantes a pilotos sigan mirando hacia delante.
«Sigue creyendo en tu sueño. Nunca sabes lo que te depara el futuro. Trato esta oportunidad como si mi vida dependiera de ella, porque en cierto modo es así. El resultado podría cambiar mi vida como piloto para siempre».