Llueva o haga sol, los aficionados se vuelcan con la acción del WRC en el Acrópolis

Y cuando llueve, llueve de verdad. Y aunque la prueba de este año no ofreció el tipo de diluvio previo al evento que se presentó en el EKO Acrópolis Rallye de Grecia 2023, todavía había suficiente meteorología como para no plantearse salir al parque de asistencia sin algo por encima de la cabeza.

Como siempre, el parque de asistencia de Lamia ofreció un gran ambiente: ver a los aficionados a los rallyes más jóvenes de Grecia pararse, mirar y pedir un selfie al héroe local Jourdan Serderidis y a sus compañeros habituales del Campeonato del Mundo fue un placer. Lo mismo ocurrió el sábado en Loutraki. No hay mucho que desvíe la atención del bungee de 80 metros sobre el Canal de Corinto, pero el WRC hizo precisamente eso el pasado fin de semana.

Pero para un ambiente real, puro y absolutamente sensacional, era imposible tocar una estación de servicio a la salida de la A1. La segunda autopista más larga de Grecia, antes conocida como Carretera Nacional, recorre 550 kilómetros desde Atenas hasta la frontera con Macedonia del Norte. El sábado por la noche, todo giraba en torno a una estación EKO a las afueras de Malakasa.

El público era brutal y estaba totalmente cautivado por ver a los pilotos más rápidos del mundo deslizar los coches de rallyes más veloces del mundo por el lugar en el que suelen parar a tomar un café y un trozo de Karythopita (tarta de nueces picante, está buenísima) de camino a Tesalónica y de vuelta. Una vez más, los organizadores griegos encontraron una forma increíble de acercar el deporte a la gente.