La mayor sorpresa se produjo durante el tramo 6 en Laukaa, cuando el líder del campeonato Romet Jürgenson, que había dominado los tres primeros tramos para lograr un liderato de 10,2 segundos, se salió de la carretera al intentar esquivar una piedra.
Este extraño error del estonio no sólo significa que la lucha por el título se decidirá casi con toda seguridad en el final de temporada en Grecia, sino que también ha brindado a sus rivales más cercanos una oportunidad inestimable.
Taylor Gill, compañero de Jürgenson en la FIA Rally Star, heredó el liderato del rallye. El joven australiano, que reside en Finlandia, lideraba la prueba con 5 segundos de ventaja sobre Petr Borodin tras el TC6. Sin embargo, la desgracia se cebó con él en el 7, cuando el barro obstruyó el radiador de su Ford Fiesta Rally3, provocando su sobrecalentamiento. Gill se vio obligado a retirarse y perdió posiciones.
Eso abrió la puerta a Borodin para hacerse con el primer puesto, terminando el día con una ventaja de 23,5 segundos sobre Gerardo Rosselot gracias a tres tiempos de referencia por la tarde. La actuación de Borodin marca un momento histórico, ya que se convierte en el primer piloto kazajo en liderar una prueba del Junior WRC.