El bicampeón del mundo fue intocable en esta nueva prueba
del WRC que se aventuró en tramos al este de la base del rallye en Liepāja.
Tras ganar tres de las cuatro rapidísimas especiales de tierra de la mañana, el
liderato de Rovanperä pasó de 15,7 a 34,8 segundos.
Pero no fue sólo su ventaja lo que dio a Rovanperä motivos
para sonreír. Su tiempo de referencia en el TC10 de Snēpele marcó la victoria
de tramo número 200 del WRC en su carrera y en la de su copiloto Jonne
Halttunen, en el que es su prueba número 50 para Toyota GAZOO Racing.
El segundo puesto fue para el ocho veces campeón del mundo
Sébastien Ogier, quien, tras luchar con Mārtiņš Sesks, de 24 años, al principio
del día, adelantó al letón en el TC11. Sesks, que participa en su segundo
rallye al máximo nivel de este deporte y pilota por primera vez un M-Sport Ford
Puma Rallye1 de propulsión híbrida, terminó la mañana tercero a sólo seis
décimas de segundo de Ogier.
Ott Tänak aseguró que su Hyundai i20 N Rally1 se notaba «más
positivo» después del primer tramo del sábado, y eso se notó en los tiempos del
piloto estonio. Ayudado por una mejor posición en la carretera que el día
anterior, subió de la sexta a la cuarta posición y se quedó a 9,6 segundos de
Sesks, adelantando a Adrian Fourmaux, que terminó quinto, y a Takamoto Katsuta
en el proceso.
Katsuta se mantuvo entre los cinco mejores tiempos de tramo
con su Toyota, pero cayó a la séptima posición tras completar el TC12 sin
dirección asistida. Al parecer, la avería se debió a un impacto tras pasarse en
una chicane.
El infortunio del piloto japonés aupó a Elfyn Evans a la
sexta posición de la general con otro GR Yaris. El líder del campeonato,
Thierry Neuville, se encontraba a más de 50 segundos de él, en octava posición,
tras abrir la carretera el viernes.
El piloto de Hyundai Esapekka Lappi ganó una posición al
adelantar al Puma de Grégoire Munster en la TC11, y ambos quedaron separados
por 8,1 segundos al comienzo de la tarde.